Este rol busca orientar las acciones de asesoría y acompañamiento, vinculando información proveniente de seguimientos y procesos de auditoria interna, a fin de generar recomendaciones con enfoque preventivo y para la mejora de la estructura de control de la entidad en temas fundamentales como la gestión del riesgo y planes de mejoramiento.
Para su desarrollo se proponen temas estratégicos que pueden ser incluidos en el plan anual de auditoria, atendiendo la complejidad de la entidad y de los niveles de implementación de los mismos.
Este rol articula la asesoría y acompañamiento, con el fomento de la cultura del control, por lo que debe entenderse que es a trabes de las actividades de asesoría que es posible generar en todos los servidores una cultura de control efectiva para el logro de los objetivos, al adoptar un papel mas activo en la sensibilización y la recomendación de mejora significativas en temas claves para la gestión institucional y, en particular en la gestión del riesgo.
De igual forma, en este rol se establecen análisis y perspectivas sobre las causas de los problemas identificados en la auditoria, para recomendar a los lideres del proceso adoptar las medidas preventivas que solucionen de fondo situaciones que se detectan como recurrentes y afectan los resultados esperados por la administración.
Iniciamos por señalar que la asesoría es una actividad mediante la cual se le brinda el apoyo necesario a los lideres de procesos y sus equipos en temas cuyos avances son incipientes o bien cuando no se tiene claridad para su aplicación. Se basa en el
conocimiento y experiencia del jefe de control interno y su equipo, con lleva a la emisión de recomendaciones basados en esquemas metodológicos, con una visión enfocada en la mejora del diseño de los controles.
El rol de prevención cobra relevancia con ocasión del nuevo enfoque de control fiscal, consolidado con la expedición del acto legislativo 04 de 2019, pues uno de sus pilares es la prevención del daño al patrimonio público. En tal sentido cuando el jefe de control interno identifica una alerta de riesgo fiscal, debe comunicarla al representante legal de la entidad con el debido soporte y recomendaciones estratégicas para prevenirlo o mitigarlo; caso en el cual la primera línea de defensa esta llamada a desplegar las acciones pertinentes para gestionar de forma adecuada el riesgo, buscando evitar que se configure un daño al patrimonio público.
La calidad y eficacia del sistema de control Interno se ve reflejado en la evolución que tenga el plan de mejoramiento institucional, en cuanto al número de hallazgos e incidencias (penales, fiscales, disciplinarias y de otro tipo) y en cuanto al estado de cumplimiento de las acciones de mejora.
El Decreto 648 del 2017, por el cual se modifica y adiciona el decreto 1083 del 2015, en su articulo 2.2.21.4.9 establece una serie de informes y en su literal i define la obligación para los jefes de control interno o quienes haga sus veces hacer seguimiento y velar por el cumplimiento del plan de mejoramiento institucional.
Por otra parte la circular 015 de 2020 emitida por la Contraloría General de la Republica (CGR) estable que “(….) De conformidad con la Ley 87 de 1993 y sus normas reglamentarias corresponde a las oficinas de control interno verificar las acciones que a su juicio hayan subsanado las deficiencias que fueron observadas por parte de la CGR. Estas acciones deben estar evidenciadas para darlas por cumplidas e informarlas a la Contraloría General de la Republica, en comunicación dirigida al Contralor Delegado que corresponda de conformidad con la resolución de sectorización vigente.
Mediante el Decreto 403 de 2020, se establece el sistema de alertas del control interno (SACI), como una de las herramientas mediante las cuales se concreta la articulación entre el control interno (control de primer nivel) y el control externo (control de segundo nivel)